Una casa de pueblo de 250 años de edad fué rehabilitada y reformada como casa contemporánea para una pareja.
La instalación de agua corriente y la adaptación de la electricidad fueron parte del programa de las obras asi como la reorganización de los pequeños cuartos.
Las superficies de las paredes antiguas, hechas a mano y con sus imperfecciones, fueron consideradas como de especial valor, por lo cual fueron conservadas lo máximo posible. Las intervenciones necesarias en la estructura fueron realizadas ya sea empleando métodos convencionales (como el cambio de los forjados, suelos nuevos de traspol de cal y mármol pulido a mano, tratado con cera; muebles de obra en la cocina y el baño con estucco) o poniendo elementos contrastantes (tragaluz en marco de hierro encima del estar; puertas altas para la entrada y el pequeño aseo). Las superficies apenas tratadas podrán asi guardar el aspecto usado como en las partes antiguas y envejecerán de manera digna.
Fotos Jens Kirchner Düsseldorf